¿Es la cultura maker una nueva moda educativa?


¿Es la cultura maker una nueva moda educativa?

(La pregunta suena a que voy a dar una verdad como respuesta... Pero sólo voy a dar mi opinión a través de un recorrido que va de lo social al aula)

¿Qué significa cultura maker¿De dónde viene el término?

Parece ser que el término viene de una revista americana, llamada Make. A principios de los 2000 comenzaron con proyectos DIY, y éste es otro término relacionado que tenemos que definir para seguir tirando del hilo:

                     Do It Yourself: hazlo tú mismo, es una forma de ver la vida en la que base está                    en crear tus materiales, ya sea fabricado o reciclando, con la finalidad                                  (inicial) de ahorrar en los costes. Esta filosofía surge entre el movimiento punk                    y el anticapitalismo.

Los makers, aquellos que  prefieren construir algo en lugar de comprarlo, cogieron el DIY de los 70 añadiendo las posibilidades tecnológicas del siglo XXI. 

Punto 1: la cultura maker no nace del universo educativo. 

Los 3 pilares del movimiento maker

  1. Uso de herramientas digitales para el diseño y fabricación de nuevos productos: impresora 3D, cortador láser, scanner 3D. 
  2. Uso de medios digitales colaborativos. Existe una propensión cultural a colaborar con otros miembros  con intereses similares. 
  3. Surgimiento de la fabricación por contratación. Han surgido empresas alrededor del mundo que ofrecen servicios de diseño y/o fabricación digital a cualquier escala, ajustándose a las necesidades de individuos o empresas. 

Creo que sobra decir que estas herramientas y ese sistema colaborativo están más que incluidos hoy en día en nuestros centros educativos (otra cosa es que tú, lectora, no los uses). 

El punto 3, esas fábricas de contratación que parece que chirrían con lo que entendemos con educación, lo explico aquí:

De los makerspace a las fab-labs

Los makerspace son esas fábricas de contratación, unos espacios donde se puede utilizar herramientas de diversos tipos para fabricar artículos o desarrollar prototipos. Se distinguen de otros espacios ya que generalmente se paga una membresía por el uso del espacio.

Por otro lado están los fab-las (Fabrication Laboratories), que generalmente están asociados a instituciones de aprendizaje y tienen como fin el complementar el aprendizaje de los alumnos. Al proveer de herramientas de fabricación a mayor escala, los fab-labs pueden servir también como incubadoras de empresas.

Para ver los FabLas cerca de tu zona, pincha en la foto:

Aterrizando en los centros educativos: aulas EFFA o del futuro

Los espacios flexibles de formación y aprendizaje (EFFA), impulsados por el INTEF, vienen del proyecto Future Classroom Lab. Creo que con leer Lab ya podemos unir todos los cabos. Según el propio INTEF, un aula del futuro es: 

El concepto de organización del espacio atendiendo al desarrollo de habilidades en los alumnos, más allá de la adquisición de contenidos. De este modo, presenta un espacio de aprendizaje zonificado y reconfigurable, dividido en seis zonas: Investiga, Explora, Interactúa, Desarrolla, Crea y Presenta.

Cada zona incluye mobiliario y medios tecnológicos específicos. El equipamiento incluye pizarras digitales y pantallas táctiles, dispositivos móviles variados, cámaras de grabación 360º, Gafas VR, mobiliario escolar específico con facilidades de conexión, materiales para facilitar la investigación y el pensamiento computacional, un pequeño estudio de grabación y un rincón tradicional de trabajo.

En Castilla y León, mi comunidad, se ha creado un Proyecto de Innovación (PIE) de Espacios Flexibles de Formación y Aprendizaje. Eso supone que el centro que participe obtenga un dinero para mobiliario que facilite la creación o mejora de su propia aula EFFA, un pequeño FabLab dentro de los centros educativos.

Concluyendo

Ahora son unos pocos centros los que tienen un aula que luce tanto en imagen como en nombre ("aula del futuro"). Pero en breve todos tendrán una por competencia directa, al igual que pasó con los colegios que comenzaron con el proyecto bilingüe para destacar sobre otros, y al final todos (casi todos) tuvieron que subirse al carro para no quedarse atrás.

Y tú, qué opinas